El Gral. Urquiza era propietario de varias estancias con numerosas cabezas de ganado, y un ejemplo del estanciero que se transforma en saladerista para industrializar la materia prima de sus estancias.
Las instalaciones contaban con grandes galpones destinados a: grasería, salazón de carne, lavado y salazón de cuero, depósito de sal, depósito de grasa, tonelería y carpintería (para la fabricación de pipas y toneles para envasar grasa y sebo), curtiduría, grandes corrales, además de viviendas para empleados, cocina, panadería y pulpería.
El saladero dio trabajo a más de 300 personas. Las instalaciones mencionadas estaban construidas sobre una barranca. Desde allí hasta el muelle se formaba una costa cenagosa cubierta de pastizales. A fin de facilitar el embarque de la mercadería, Urquiza contrató al arquitecto Juan Fossatti para la construcción de un ferrocarril interno. Para ello se trazó un puente de 153 mts. de largo por 4,50 de ancho, desde la barranca hasta el arroyo. En la parte de la barranca donde se iniciaba el muelle se construyó un muro (que aún se conserva), "que sirva de sostén y defensa a los terraplenes", para evitar el peligro de desmoronamiento. En su construcción se utilizó madera dura como Urunday, lapacho y quebracho, y pinotea para los durmientes.
Dicho muelle tenía unos 20 mts. de largo. Allí las vías se bifurcaban "para facilitar el paso de los vagones que se encuentran de frente" y al llegar a la barranca también lo hacía, hacia el...
Se le agregó al edificio ocho baños; se ampliaron al frente y contrafrente, agregando amplias terrazas en el primer piso y una galeria cubierta en la planta baja, omomentada con dos...